El equipo de la “B” corrió y corrió por el camino del Pan de Azúcar. Video.
En el fútbol de los barrios, los recursos son contados. Pero eso no es motivo para no agudizar el ingenio, al menos desde la preparación. Defensores Juveniles recurrió a las tareas físicas en el camino del Pan de Azúcar, el viejo método para cumplir con la necesaria pretemporada. No hay para ir a hoteles cinco estrellas en las sierras o para giras al exterior como pudor ser el casos de Belgrano, al que le pagaron los gastos para irse de gira a Uruguay. O antes a Talleres y a Instituto para irse a Chile.
Sin embargo, el recurso de correr por ese hermoso camino de tierra/ripio, de unos 22 Km de longitud y que se destaca por la gran cantidad de árboles que tapizan sus laterales, ofrece también la posibilidad de soñar con un futuro de futbolistas profesionales, como puede ser lo que viven esos pibes de Defensores Juveniles, que dirige Fernando Roatino.
Mientras recorren la enorme cantidad de curvas y se cruzan algunos puentes sobre pequeños arroyitos, vive ese objetivo. El cruce con ciclistas y motociclistas, que también transitan la zona los devuelve a la realidad, por un momento.
Es fugaz, porque el sueño vuelve una y otra vez, para matizar el esfuerzo. La cima es el objetivo, en todo sentido.