Video del penal que el goleador de Huracán ejecutó ante Villa Siburu. Cómo patear en las peores condiciones. De manual.
Jugar en la Liga Cordobesa es parte de “la Universidad” por la que debe pasar un futbolista que sueña con tener una carrera. “Universidad”….Pero también se acepta que le digan “colegio”, “escuela” y hasta “jardín”. Lo cierto es que “el fútbol de los barrios” te enseña..aunque no quieras.
Para muestra basta un botón y si no, que lo diga el goleador de Huracán, Gastón Botta. Por la quinta fecha de la Zona B del Clausura de Primera B de la LCF, “el luminoso” tenìa un penal a favor, una inmejorable oportunidad para abrir el marcador ante un duro Juvenil Barrio Comercial.
Ejecutar un penal es un duelo inigualable. Es ese mano a mano en el que no cuentan nada más que virtudes y defectos, engaños y verdades del ejecutor y el arquero. Sin embargo, en la Liga hay un valor agregado, en el que la escena deja de ser como la conocemos y hasta el futbolista que es local puede sentirse visitante.
Como se ve.
Botta toma la pelota y reconoce el mejor lugar del punto del penal para colocar la pelota. La cancha de Huracán, como otras, obliga a ese reconocimiento. La irregularidad del terreno es tremenda. Una vez colocada la redonda, empieza la intimidación rival.
Primero se arrima el arquero y trata de puntearle la pelota. Llega a hacerlo, pese a que Botta intentó correrla. Luego, el cuidapalos directamente pateó la tierra. Botta retrocedió lleno de polvo y un tanto asfixiado. Tosio, se limpió los ojos y volvió al centro de la escena para ejecutar el penal, unos segundos después.
El delantero sabe que el que se calienta, pierde. Volvió a colocar la pelota, miró al arquero y tomó distancia. Gastón corrió hacia la pelota, abrió el pie derecho y convirtió. En la carrera del festejo un defensor lo empujó un poquito.
Como para que no se sintiera del todo tranquilo.
Al final, todo fue felicidad, con ese gol y otro de Fabricio Barrionuevo, “el globo” ganó 2 a o para no perderle pisa al líder de la Zona B, Atlético Carlos Paz.