Sin dudas fue un bastión impugnable de la defensa argentina bicampeona de la Copa América en la noche de este domingo.
Además de una de sus figuras, Cristian Romero, “el Cuti” forjado en la Liga Cordobesa en San Lorenzo de barrio Las Flores, se transformó en una muralla anticipando, metiendo fuerte y luchando cuando fue necesario, saliendo desde el fondo con pelota dominada, rechazando sin miramientos, buscando el cabezazo en el área colombiana, imponiendo presencia en cada jugada.
Tras recibir su medalla de campeón, Romero, se mostró orgulloso por participar de un equipo que se sigue potenciando en cada competencia y continúa haciendo historia.
“Hicimos historia, seguimos haciendo historia. Hace mucho no se veía una selección como esta. No caigo de todo lo que logramos, estoy orgulloso de poder formar parte de este grupo y esta familia, las 60 personas que trabajan con nosotros. Todos son importantes, desde el cocinero, utilero, todos son importantes”, comentó el recio defensor cordobés.
Después agregó: “Fue un partido terrible, durísimo. Al principio era duro porque teníamos la familia afuera, antes del partido no parecía una final. Se hizo difícil mentalizarse, teníamos preocupación. Colombia es un gran rival, hizo un gran partido pero demostramos que siempre salimos adelante dejando el corazón”.
Y cuando se lo consultó por Ángel Di María, quien jugó su último partido en la selección, enfatizó: “Fideo es un grande, como futbolista todos saben lo que es y lo que nos deja a nosotros. Muchas veces fue criticado injustamente, por suerte pudo conseguir todo y se fue por la puerta grande. Le agradezco, lo voy a llevar siempre por la clase de persona, lo vamos a extrañar mucho. Es uno de los más grandes futbolistas de la historia”.