No jugaban en el Monumental desde 2005 y a la fiesta solamente le faltó el gol.
En el Estadio Monumental de Alta Córdoba, Instituto empató este domingo ante Boca Juniors sin abrir el marcador en el marco de la octava jornada de la Liga Profesional. Ninguno pudo quebrar el cero en un partido con bastante roce y pocos arribos a los arcos.
El resultado es amargo para ambos equipos, que aspiraban a sumar de a tres para acomodarse en la tabla. La Gloria quedó lejos de la cima, mientras que los de Diego Martínez siguen debajo de la mitad de la tabla.
El partido fue chiquito, pero los dirigidos por Diego Dabove estuvieron a punto de quedarse con los tres puntos en el final por una jugada muy curiosa que terminó con un rechazo de Milton Giménez, el rebote en Chiquito Romero en la raya, la pelota en la red y el árbitro, con la mano levantada por una posición adelantada de Gregorio Rodríguez.
Antes de eso, hubo partido chato entre dos rivales que no se veìan la cara en Alta Còrdoba desde marzo de 2005. En el primer tiempo Boca tuvo la pelota, pero en el fondo, aburriendo con pases horizontales, esperando que se abriera un hueco para elaborar algo de juego pero Instituto, que esperaba ordenado más atrás de la mitad de la cancha, recuperaba con facilidad cuando llegaban pelotazos largos y frontales.
La única llegada de Boca en esos 45 minutos iniciales fue un remate que Lautaro Blanco cruzado. La mejor de los cordobeses fue un potente cabezazo de Fernando Alarcón en una acción de pelota parada que se frustró en las manos de Romero.
En el segundo período hubo algunos pasajes interesantes con llegadas de los dos a campo abierto en jugadas muy amenazantes que no se concretaron.
Boca mejoró un poquito con la entrada de Saralegui y lavó superficialmente la pálida imagen del primer tiempo.
El público local se quedó con la sensación de que su equipo había sido más. Los hinchas de Boca siguen padeciendo un amargo gusto a poco.