Sucedió el pasado domingo, durante el partido de la novena división de la Liga Cordobesa Villa Azalais-Atalaya, en cancha de los “villeros”. La escena, que causó conmoción y susto en todos los presentes por tratarse de una lesión seria en una acción de juego, fue motivo de comentario obligado tras el encuentro y fue relatada por Prensa del club de Arguello en su facebook oficial.
“Hablamos con Agustín Etcheverry, DT de la novena de nuestro club y nos dijo: ‘Fue una jugada por derecha, Juan Conci tiró el centro para que Gael González, que llegaba por el otro lado, convierta el gol, al frente del banco de suplentes, donde yo estaba ubicado. Uno de los nenes gritó ¡¡Mi brazo, mi brazo!! por un golpe que recibió en esa jugada. Cuando me dí vuelta, lo veo (la jugada seguía, se produce el gol y el árbitro cobra la conversión), corrí hacia donde estaba, lo asistí y le pedí que no se moviera, porque tenía el bracito desprendido (parecía claramente quebrado o luxado el codo)”, cista el posteo firmado por el periodista Pablo Renella.
“Ahí llegó el médico, el entrenador de ellos y comenzaron a acercarse todos. Yo trataba de sacar a la mayoría de los chicos de alrededor de él, por una cuestión de “impresión” para que no vieran. y para que tuviera “aire”. Se lo llevaro, vino el árbitro y me preguntó que hacíamos, porque el gol estaba convalidado y reglamentariamente debería haber sido así, porque la lesión del jugador local fue en la jugada inmediata anterior, en una mala caída. Le dijeque haga lo que le parezca, que era la autoridad, que tenía todo derecho a decidir y que nosotros íbamos a estar de acuerdo”, comentó el entrenador de Atalaya.
Y después prosiguió: “En ese momento, se me acerca uno de nuestros jugadores, Iván Peñaflor y me dice ‘profe, dígale que no lo cobre’. Entonces le dije “me parece bien”. Pero lo destacable es que estaban todos los chicos de acuerdo. Se lo planteé al árbitro, le ayudamos en su decisión al decirle cuál era nuestra postura y en ese momento, cuando hizo la señal de que siga el juego, que el gol estaba anulado y que el partido siguiera desarrollándose, desde todos los costados de la cancha bajó un fuerte aplauso de todos los presentes”.
“Además, del lado de la tribuna local, y también de los padres de los chicos de Atalaya que estaban en la tribuna visitante, surgió un fuerte aplauso. Fue un lindo mensaje, una linda situación, incluso cuando el partido estaba 0 a 0 que es cuando más uno quiere ganar o sacar alguna ventaja. Cuando terminó el partido los felicité a los chicos en el vestuario por el gran gesto que habían tenido. Me hizo sentir orgulloso de dirigir a éste plantel”, finalizó diciendo Etcheverry.
Un gesto para destacar y ser imitado.
Fuente: Mundo D
Fotos: Club Deportivo Atalaya